sábado, 9 de agosto de 2014

Lógicas alternas: el Destino

¡Meses sin pasarme por este espacio!

Desde pequeña, tuve una relación íntima con eso que llamamos "Razón". Tal vez mi incapacidad para relacionarme con otras personas me llevó a buscar refugio en ella, tal vez lo hice para tener algo de qué sentirme orgullosa o especial. El asunto es que, con el tiempo, la misma razón occidental me llevó a entender que ésta no es la única forma de interpretar el mundo ni mucho menos la más válida.

Por años, desprecié lo supranatural. El determinismo o el esencialismo me parecen desagradables al creer que hay un cosmos consciente que busca lo mejor para nosotros o que hay unas reglas inalterables que sobrepasan lo orgánico. Ahora, de a pocos, voy entendiendo que son formas de crear sentido y si no creía en ellas se debía a que yo estaba inmersa en otro discurso. Etienne, en Rayuela, hacía mención a algo similar, sólo que inmerso en el Logos, exclamando que "[...] Lo que me reviente es la manía de las explicaciones, el Logos entendido exclusivamente como verbo". Una frase maravillosa ya que puede dar cuenta de que el sentido no está sólo en el lenguaje sino que yace en cualquier otro sistema explicativo e incluso en los que no buscan explicar.

Lo interesante -y lo que me motiva a escribir hoy- es que... tal vez... eso "Supranatural" empieza a ser absorbido por mi sistema de pensamiento. A principios de año, anhelé que llegara algo que le diera un vuelco 180° a mi vida... y llegó; a mitad de año, anhelé que llegara una nueva oportunidad que yo buscaría aprovechar mejor esta vez (ya que no tengo el poder de viajar por las experiencias vividas, como Tim en Cuestión de Tiempo)... y llegó. Mis súplicas fueron escuchadas y la empatía volvió a instaurarse. Siempre he creído firmamente en la casualidad, pero, ¿encontrar a personas que dejan una enorme huella en tu vida es sólo casualidad? ¡y de formas tan poco cotidianas! Y es que, como dice Amberian Dawn en Artica, empiezas a pensar que hay algo más grande que la humanidad.

¿Cómo puede ser que las cosas empiecen a pintarse bien en tu vida? ¡Las fichas son tan bien puestas! Y claro, sabes que estás cayendo en un paralogismo: te dedicas a organizar los hechos positivos y, probablemente de forma errónea, ves una lógica en ellos. Conectas lo que sólo es simultaneidad y le das n sentido. Pero, justamente esa es la finalidad de muchos sistemas de pensamiento: hallar el sentido. Hay consolación en ver como todo está supuestamente "interconectado".

¡Y es que, me es tan difícil no sentirme afortunada! Mi lógica empieza a flexibilizarse y la idea de Dios vuelve a sonar como un posible: ¿Será que él interviene en mi Destino? ¿por qué la fortuna me está favoreciendo cuando lo necesitaba? ¿por qué ha llegado a mi vida una persona que aparenta tener tanto para explotar mientras, al tiempo, otra persona me permite cerrar su ciclo con ella? ¡El problema está en las preguntas! Y el entusiasmo me invita a esforzarme, porque, de otra forma, dejaría que todo lo bueno se vaya fácilmente al no verle un mayor sentido.

Comparto la citada canción, que me resulta muy bonita... You start to think there's something greater than humanking.




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