lunes, 31 de diciembre de 2012

Fin de año, año nuevo.

¡Año nuevo! ¡Pero que hermosa celebración! Un ritual propio de nuestra cultura, donde dejamos atrás el año que se marcha y le damos la bienvenida a uno venidero. Es perfecto para organizar actividades basándose en un calendario, y ésto es lo que más me atrae del mismo, pues, si bien se podría hacer en cualquier época del año, me gusta más la constancia que el año nuevo brinda para hacer la evaluación de lo acontecido y prepararse para lo que acontecerá, además que gran parte de las instituciones se rigen por éstos calendarios, tales como la Universidad.

¡2012! Un año más que transcurre, ¡pero qué año más emotivo! fue toda una montaña rusa de sensaciones, sin duda, el año más versátil que he experimentado desde que tengo uso de la razón. Mi mejor año, así es señores, el año más significativo de mi existencia y el que recordaré más gratamente hasta la fecha.

Sí, sí, sé que no fue un año de victorias propiamente hablando. Fallé en mi compromiso más importante a los ojos de los demás: Conseguí me expulsaran de la Universidad de Antioquia por bajo rendimiento en el semestre. Las cosas no acontecen porque sí, y si acaso éste año decaí drásticamente, fue porque fallé en el compromiso conmigo misma, compromiso que hasta esa fecha nunca había tomado enserio, o mejor dicho, que no existía, y por eso caí. Caí porque las condiciones me lo exigían, y me sentí entonces aplastada. Sí, sí, ésta primera mitad del año fue dura, ¡casi tan dura como hace cuatro años! pero, éste fallo me hizo renacer, "como el ave fénix", pensaba yo en agosto, y de allí vino mi auge, ¡mi auge!

¡Y allí mi año tomó otros colores! Abrí los ojos y le otorgué a mi vida un sentido, ¡finalmente, mi vida tenía un sentido! Abrí los ojos y le di un compromiso, le di un camino al que seguir, y le di opciones, y allí me sentí plena, y todo me condujo a ésta sensación de bienestar que siento hoy en día. ¡Pero que grato me ha sido el 2012!

Más, las cosas no se dan tampoco porque sí. Para éstas metas, influyeron una serie de factores, unos factores precisos, cuatro acontecimientos significativos, o bueno, tal vez cinco, ¡cinco!, aunque el primero será con creces menos importante que las demás como proceso constructivo, pero, aporta significativamente al quinto.


Así, el primer acontecimiento sería situado a principio de éste año, de febrero a marzo, y motivado por Laura, mi hermana, y una amiga llamada Daniela (una de las tantas Danielas, ¡que nombre más común!) que fue el cuestionamiento de mi sexualidad y la apertura al bisexualismo, todo una parte de mí que he ido descubriendo éste año.

El segundo sería la creación de éste espacio. ¡Ja! ¡Algunos pensarán que no tiene valor, pero, cómo me ha servido para encontrarme! Bien pude haberlo hecho escribiendo en un cuaderno, pero, nunca adquirí ésta costumbre, y acaso éste me permite organizar mejor y enlazar con mayor efectividad. Así que el papel desarrollado por éste blog ha sido primordial, pues, encontré un espejo en el cual reflejarme al descubrirme un poco por medio de mis palabras. Sin duda, contribuyó a superar la crisis del inicio de año (aún cuando el blog lo tengo desde abril).

El tercero, y el más importante, aquel acontecimiento que me sacó de la crisis, que cambió mi perspectiva y acaso amplió mis horizontes, reanudando la chispa o el aprecio a la vida, fue la consolidación definitiva de mi amistad con Edgar, realizada a finales de mayo, cuando opté por aplicar la honestidad. Y gracias a él conocí el camino que ahora quiero tomar, ¡ha sido todo gracias a él! ¡cuánto le amo!

El cuarto acontecimiento sería la lectura de Veronika decide morir, a finales de agosto. Aquel libro penetró mi alma al encontrarme tanto en él, al plantearme situaciones donde claramente yo podía identificarme en el percibir el mundo... al hablar de las murallas, que tal vez miles de autores ya lo hicieron, no sé, pero, en Coelho encontré la coherencia y el entretejido que necesitaba. Me vi, y al verme pude actuar.

Y el quinto, que me llevaría a la sensación de plenitud, sucedido tan solo desde octubre y aumentando progresivamente hasta la fecha de hoy, fue la interacción con Johanna. Aquella interacción que me permitió sentir fervorosamente, ¡cuanta admiración profeso! ¡cuánto bienestar me brinda su presencia! y así me invade y me lleva a experimentar sensaciones nuevas, a pensar diferente, a querer trascender. ¡Es el auge de la empatía! Es el sentir sus palabras como mías, y el deseo descontrolado de comprenderle y ser con toda mi voluntad para otra persona. Claro, no es perder la autonomía ni que el yo se difumine, pues, no quiero evadirme, sino confrontarme. Un nuevo tipo de amor se abre ante mí, ¡cuan magno es! sin duda, la persona más importante que conocí en éste año y una de las más importantes en toda una vida.

Todas éstas circunstancias, que se apoyan las unas en las otras y se dan valor como conjunto, han hecho de éste el año que más aprecio y más guardo con calidez en mi memoria. Me caí, pero, me levanté con un vigor no conocido y me expandí en los sentires. Me alcé sobre lo que he sido y me he superado sin precedentes. Opté por comprometerme conmigo misma y a partir del compromiso propio, generar vínculos constantes con otras personas, que superen la superficialidad o esteticismo de las conversaciones mundanas, sino que se plasmen para ser más. ¡Oh! ¡Bendito 2012! Prometo que daré lo mejor de mí para proseguir lo hecho en éste 2013 que se vislumbra en el horizonte. Prometo que buscaré esforzarme, y que seguiré luchando contra mi inopia, que tanto me llama. Que el camino tomado me de fuerzas, fuerzas para enfrentarme a mis momentos de debilidad, y que si caigo, pueda salir de ellos. ¡Bendito 2012! Gracias tiempo, gracias vida, gracias humanos, unos se fueron de mi vida y dejaron su huella, otros entraron y me brindan satisfacción, a todos, gracias.

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