domingo, 29 de diciembre de 2013

Revisión de los propósitos para el 2013

¡Se acabó diciembre! La rabia de la Registraduría terminó y se reemplazó por la rabia hacia un profesor que, despistadamente, me puso una nota errónea como nota final... y a partir de eso, esa rabia se fue convirtiendo en un cuestionamiento propio: ¿por qué es tan importante para mí una calificación? Más, ese será asunto para el otro año. Tampoco escribiré por la pregunta del sentido, puesto que es un tema que todavía no consigo conformar.

Pensé en una entrada simple: el observar los propósitos de año. Pensé en algo un tanto más complejo: los cambios de mentalidad en el año. Pensé en algo más personal: el rememorar las personas que marcaron directamente diferencia. En este momento, responderemos a la primera cuestión.

Ya en una entrada hice manifiestos mis propósitos para el 2013, la primera pregunta es si cumplí con ellos. Para tal fin, me limitaré a hacer comentarios breves sobre el cómo asimilé cada uno en el transcurso del año.


El primer propósito fue aprender lo mínimo de guitarra. Para cumplirlo, en el segundo semestre del año, me inscribí a un grupo de guitarra de la Universidad... y no me gustó. No me vi interesada en practicar las lecciones que nos dieron ni me sentí cómoda en clase. Sé que lo intenté, pero, puedo dar como finalizado mi breve interés por la guitarra.

El segundo propósito si fue un fiasco. No he conseguido hablar más despacio ni claro, y es algo que me reprocho a diario. Podría realizar ejercicios de pronunciación, pero, todavía no tengo interés en ese tema. Tendré que esperar a ver cómo se desarrollan las cosas para este 2014. Aún así, he mejorado mi escritura manual. Es mucho más comprensible ahora.

El tercero si ha sido casi un éxito. Si bien mantengo mi inconstancia, cada vez soy más comprensiva aún cuando mi egoísmo no se ha reducido. Cada vez juzgo menos, aún cuando ese elitismo permanece en mí y a veces se infla drásticamente.

El cuarto... no me termina de convencer. Sí, tuve un buen desempeño, pero, si hubiera sido más responsable, los resultados serían mucho más motivantes. Igual, me complacieron varios trabajos que realicé.

No tuve tiempo para el quinto, o eso creo: Siete materias para el primer periodo, ocho para el segundo.

El sexto fue en broma.

El séptimo... bueno, en mi casa nos turnamos la lavada de trastes, y limpio el polvo de mi cuarto. ¿Contará?

El octavo se cumplió casi que a cabalidad. Hubo periodos en que tenía que salir con el cuarto hecho un fiasco, pero, se debía a que quedaba muy mal de tiempo por la pésima distribución que hice del mismo. Aunque, en general, creo que cumplí.

El noveno lo desarrollé para la segunda mitad del año. Cuidaba de la planta de mi hermana, que la gata se había comido y yo veía recuperar bajo mi cuidado. Un buen día mi hermana decidió sacar a asolear a la planta, y la gata se la volvió a comer. Ahí renuncié a su cuidado, pero... no me veo lista para cuidar una planta.

En cuanto al décimo, si bien ha sido un año complejo con mi relación con Edgar ya que se ha ido a vivir a Bogotá y yo mantengo mis periodos de inconstancia, creo que la relación se mantiene y se nutre. Cada vez se gana más comodidad mutua y eso es algo que me alegra.

El décimo primero no me termina de complacer. En estos momentos ando evadiéndome, y lo he hecho la mayor parte del año: se refleja en el número de entradas.

Lo del décimo segundo no sirvió. Aunque he conseguido una notera (?) que de vez en cuando lleno.


La segunda pregunta es cómo contribuyeron a mi proceso o cómo los puedo seguir direccionando. Aquí hallo la necesidad de ser más esquemática, y dividir los propósitos por áreas: relación directa conmigo misma (1, 4, 5 , 8, 9 y 11) y relación con los demás (2, 3, 7, 9 y 10).

Creo que me he idealizado mucho y que lo sigo haciendo. Al leer las últimas entradas del año pasado, me da risa pensar en el nivel de descuido que he alcanzado en relación a mí misma, contradiciendo todas aquellas esperanzas. Por lo tanto, tengo que ser más crítica con mis propósitos y hasta más concreta. Mi problema con los demás nace de un problema conmigo misma. Es algo complejo, y me siento ahora mismo bloqueada.

Por lo general, he tenido un balance positivo, o eso creería. Hay que corregir muchas cosas, pero, para eso se desarrollarán planes más eficaces o eso espero. Ya los nuevos propósitos los escribiré, ojalá, junto a Edgar.

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