sábado, 9 de febrero de 2013

Inquietudes: Inseguridad y el esmero en la excelencia.

¡El hacer! Cuántas palabras he dedicado al tema mentalmente, cuántas vueltas he dado en torno a un problema en el que reiteradas veces caigo, y nuevamente hoy siento ese resurgir anímico, esa convicción de que sí puedo alzarme y reivindicarme como ser.

Hace unos pocos días bajaba por la calle 93 pensativa, cuestionándome si acaso ésta desazón la sentiría en toda mi existencia, si ésta carga emotiva sería perpetua y si algún día conseguiría generar un proceso que pueda continuar disciplinadamente, debido que hasta la fecha eso no existía. Pensé que no, que siempre estaría en mi naturaleza ésta flaqueza y me desmotivé.

Con ésta actitud me encontré con Edgar para celebrar su vigésimo primer cumpleaños. Entre tema y tema surgió la discusión de mis ideales y allí se objetó algo que ya había percibido, pero, la claridad con la que fue dicho y la importancia dada al asunto lo convirtió en materia de primer plano: Yo no podría avanzar en mis propósitos debido a que no tengo las bases para ello, y ésto responde a que las bases radican en la confianza en sí mismo, en la seguridad propia. Estaba sosteniendo bajo las razones incorrectas mis decisiones, dado que éstas respondían más a mi inseguridad. A éste planteamiento se unió el del reconocer que "Yo soy", aún cuando en esa noche se presentó un poco difuso.

La charla se complementaría con la emprendida al día siguiente, donde nuevamente tocaríamos temas como el ser y la seguridad. Edgar expuso la necesidad de la consciencia y confianza en sí mismo para ser -creo, no recuerdo bien aún cuando recién fue-, y dijo que si alguien tenía la confianza y no la consciencia sería engreído, y si alguien tenía la consciencia pero no la confianza sería fatalista. Oh, bella unión de ideas, allí estaba mi fallo, fallo que yo reconocía.


Aquí presento éstos puntos, que considero los importantes. Con ésto, debí revaluar mi noción de la confianza que me tengo, y ante éste examen debo admitir que sigo padeciendo de grandes irregularidades en el tema. Si, ya lo había visto antes, pero, ¡lo vi fragmentado y ahora encuentro su dimensión! ahora veo que no creo en mí. Y surge la controversia: ¿Es la indiferencia o la desconfianza la que me lleva a tal desasosiego? ¡Nuevos espectros se abren ante mí!


Una vez con la ruptura y con la hipotética identificación del problema, surgió otro tema de gran interés para un alma como la mía: Ética y virtud. Verán, suponiendo que entienda el significado de términos como escepticismo y agnosticismo, declaro que éstas palabras definen mi forma general de ver el mundo. Ya me había comentado que es soberbia el pretender la ética para reconocerse de los demás (cosa que me impactó porque estaba dentro de mis motivos esa idea) y ahora complementa al compartirme que la ética no debe ser pretendida como fin sino como medio. ¡Sus palabras inquietaban mi alma, invitándome a la reflexión! Y reforzando los temas tratados, vendría la frase que más me intrigó: El acicate a la amistad no debe responder al socorro, sino que debe buscar el generar que el otro se esmere en su propia excelencia. Oh, nuevamente mis estímulos fueron puestos en duda y a su vez se me presentó una idea con bases más lógicas.

Refuerzo conceptos y me lleno de vigor. ¿Inseguridad o apatía? Para solucionarlo, debo probar la primera: debo hacer, creer que puedo, igual, mis objetivos se fortalecen. ¿Qué objetivos?: Ser para el otro, esmerándome no en aparecer cuando requiera socorro, sino en la constancia con la búsqueda de su excelencia. Conseguir que el otro se preocupe por sí mismo, y para eso yo debo estar preocupándome por mí. ¡Alcanzar el estadio ético, que se basa en el compromiso, fidelidad y constancia! Palabras de Kierkegaard según Edgar, palabras que trataré de verificar en mis lecturas.


Se me excusará que no usara imágenes, resulta que estoy escribiendo desde un impulso y no tanto desde una reflexión. Éste escrito en particular cumple la función de registrar lo acontecido para una futura reflexión, para tener en cuenta los puntos y mi principal reacción ante ellos.

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