viernes, 26 de octubre de 2012

Confianza propia

Es común que con constancia se conozca gente nueva y que se pierda el contacto con otro tipo de gente. Es común tratarlos y crear amistades, la tarea es hasta bonita, pero, pocas veces se conoce a alguien que para tu propia perspectiva trasciende. Hace poco tuve el honor de encontrar a alguien que mediante su habla me impresionó, y no fue por usar términos excéntricos o por sus ínfulas de filósofo, poeta o conocedor de los más diversos placeres, sino por el cómo abarca. ¡A eso se puede resumir mi gran impresión! al cómo abarca las temáticas: que enfoca y cómo responde. Y por Osiris que no hay actividad mental más complaciente que hablar con alguien que se preste para eso. Y claro, el rasgo más codiciado para mí en alguien se hizo presente: La empatía. Que sea bienvenida una nueva amistad para generar lazos a partir de la honestidad.

Hablando de lazos y procesos, oh, Dios, estoy en mi auge xD. Tengo la confianza por los aires, pero, una confianza "bien basada". Sé que no a toda la gente le agrado, y sé que incluso tengo amigos (o bueno, una amiga) que casi que me ignoran pero, me siento bien siendo yo. Y no lo niego, gran parte está en la confrontación, en que le perdí el miedo a "ser" y le tomé cariño a la honestidad, pero, para ser tuve que tener confianza y para tener confianza tuve que ser, ¡es un hermoso binomio que se nutre constantemente! Así que, hablemos de confianza.


La confianza de hoy no será la que se tiene con otros, sino la que se tiene con sí mismo. Siempre me ha maravillado la gente que confía en sí misma, pero, en general, muchas son máscaras que disfrazan con la ostentación de títulos: Hacen regocije de sus logros académicos y en ellos se basan para sentirse bien. Su ego no es más que fachada ante su desconfianza. Para creer que son buenos, necesitan decir que son buenos y así convencerse mediante los demás. Y ya sabrán lo peligroso que es construir en arena... así que, abordaré el tema desde mi perspectiva actual.

Éste tipo de confianza se adquiere mediante el reconocerte y no avergonzarte de ti mismo: Sí, tenemos defectos, pero, todos los tienen y se minimizan sustancialmente una vez les reconocemos y trabajamos por mejorarlos, sí, también soy consciente que eso incluso es frasesilla cliché del FB, pero, se dice sin reflexionar y allí es donde se vuelve trivial. Acerca de las manías, incluso esa indiferencia fatal que me dominaba la he logrado reducir en tiempo (no en calidad, que la sigo sintiendo). Al tiempo que estarás tan seguro de tu valía que no necesitas sea reconocida, que sea admirada.... pero, todo es lindo en teoría.

La confianza justa en sí mismo deviene en humildad, una virtud.

No podemos prescindir de la opinión ajena, cuesta admitirlo, pero, creería que ésta siempre es influyente. Ya lo dije en alguna otra entrada que la admiración de los demás es un primer paso para la admiración propia. Sus halagos te harán creer en ti mismo y a partir de allí, podrás caminar por tu cuenta y reconocer cuando se equivocan y cuando te juzgan bien, tratando de minimizar la cantidad de adulación y de evitar que te afecten los comentarios ofensivos. Les debemos tomar como un punto de partida, y de allí no pasar... no ser para esperar uno de ellos, y no conseguir que si son dichos, nos afecten. Quien vive de los comentarios de los demás se verá presa primero de la dignidad que crea merecer y después del orgullo que guardará esa impresión causada, por eso, no hay que esmerarse ni usar los esfuerzos en tan banal empresa.

El problema de los halagos es que devienen en egocentrismo. Maldito el momento en que "se te suben los humos", ¿cómo se bajan? Hay que cuidarse, pues, la confianza debe ser modesta. El exceso de confianza es bien llamado soberbia, y menos mal que lo contamos como una "manía" y no como virtud. Fácil siempre es caer en los dos extremos, pero, difícil darse un valor "verdadero".

¿En qué se basará la construcción de un valor verdadero? En evitar los juicios y comparaciones. Las comparaciones son hermosas, pero, entre ideologías, no entre personas. Y sí, es lindo en teoría, pero, es aplicable... sonaré como si estuviera en contra del sistema, pero, hay que abandonar esa competencia que nos impregna el capitalismo, y para eso hay que soltar escudos y espadas y ver a los demás como aliados.


Puaj, puras ideas clichés hay en ésta entrada. La canción me llegó por puro azar mientras escuchaba Anna Molly, y me parece apropiada para la ocasión: So when weakness turns my ego up, I know you'll count on the me from yesterday. Una canción que realmente es muy linda, ya que soy de considerar que la soberbia es el resultado de perderse a uno mismo, de no saber identificarse, y nace como un mecanismo de defensa, algo en lo que aferrarnos, por lo que el que te recuerden lo realmente valioso de ti, o tu real valor, contribuye a tener claro quien eres y al tiempo abrir camino para practicar la humildad.


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