jueves, 30 de agosto de 2012

Vivir a intensidad

Hoy no he escrito en mi nuevo "diario". Me he dado pronto un día de vacaciones, pero, puede contar como aportación la entrada virtual, que en parte también requiere tiempo aunque no lo parezca. Bueno, el tema hoy abarcado lo he tomado de allí.

Mi cilantro, mi pequeño cilantro, ya no se ve. Murió, probablemente, y yo le sepulto simbólicamente mientras planto otra semilla a su lado. Creo que terminé definiéndome por un cilantro antes que por un bonzai porque el primero crece con rapidez, y la paciencia no es un don que he desarrollado, aún cuando tendré que enfocarme a ella. Aumentando la lista de mis desgracias está mi profunda iliquidez económica, que se presente como consecuencia a mi desempeño en la única obligación que mis padres me han dado, que es el estudio, asunto que no profundizaré hoy. ¡Iniciemos tema entonces!

Cuando la monotonía irrumpe y se hospeda en las personas, éstas optan por combatirla con modelos ajenos o externos a ellos: los famosos deportes extremos. Una búsqueda incesante de adrenalina para sosegar esa insatisfacción interna... no muy diferente a la situación planteada por Avril Lavigne en "Anything but ordinary".

Aún cuando estoy cayendo en posibles prejuicios, me parece que ese no debe ser el modo de combatir ese vacío que alberga el alma, caracterizado por todos los días hacer y sentir lo mismo, donde no hay espacio para la novedad. Como dije, algunas personas eluden el mirar en introspectiva y, para solventar este mal temporalmente, se inscriben a "arriesgadas" actividades que les permita sentir a intensidad. Y repito, que se me excuse mi impertinencia, pero, considero que si tienes dinero, éste es un método facilista ¡es mucho más fácil enfrentar las cosas a modo de choque -y bajo métodos externos- que a proceso! porque éste último requerirá constancia, y como decía Victor Hugo "La mayoría de los hombres no carecen de fuerza, sino de constancia " (Sí, sé que ya cité la frase en la entrada Valores, pero, vale la pena repetirla).


Y ya todos conocemos la cliché frase de Ovidio:
"La gota de agua perfora la roca... no por su fuerza, sino por su constnacia"

Entonces, desde mi perspectiva, ¿qué es vivir a intensidad? es encontrar la innovadora belleza de las cosas todos los días. No una belleza estética, sino de símbolos. Aunque la base de ese proceso y lo que realmente significaría, sería amar. Amar las cosas y condiciones que nos rodean, amar lo que hacemos y podemos hacer, pero, sobre esto está el saber amar.

Soy consciente de lo cursi y librito de auto-ayuda que puedo estar sonando, pero, no lo digo porque lo leí en otro lado, sino porque finalmente la respuesta llegó a mi ser después de una serie de pláticas, lecturas y reflexión sobre el tema, o sea, si bien muchas personas ya dijeron lo mismo siglos antes, no lo creía, por lo que, si me lee alguien más que la Ana del 2013, le recomiendo que encuentre la respuesta mediante la introspección.

Puede que esté pecando de inocente, pero... en este modelo veo la solución a mis más grandes problemas (los existenciales) y para explicar mi punto me basaré en dos cosas: La primera, otra vez pecaré de entrometida y prejuiciosa, aunque ésta vez será sobre las formas de "amar de los demás", que, en mi opinión,  traen consigo el germen de su destrucción; como segundo punto, tratar de ahondar en los conceptos, porque, a uno todo el mundo le dice que ame, pero, ¿qué es eso llamamos amor? ¿cómo se hace? ¿con qué se hace? y fueron éstas las razones por la que no me traman esos libritos, ya que, en mi opinión, muchos son psicología barata y superficial que llevan todo a un vago "ama".

Vamos con el orden de ideas. Basada en la observación de las relaciones de mis amigos, y usando la música para reforzar la perspectiva (que recordemos el triunfo de las canciones depende de su ritmo y/o letra, donde gran parte de la última se basa en la empatía) uno podría decir que la gente no ama al que está a su lado: se aman a sí mismos cuando están con el otro o al menos dependen de ciertos servicios que les prestan, pero, de por sí, no es al otro a quien aman. Lo necesitan, puede que sea por miedo a la soledad, por satisfacciones sexuales, por quien pueden ser gracias a ellos, por problemas de auto-estima que se logran camuflar cuando se "siente" un cariño a un tercero... y por ésto mismo considero tienen el germen que les destruirá, ya que se están basando en una carencia, en un engaño, pero, de allí pocas veces trasciende. En resumen, por ese apego emocional, que confundimos tantas veces con amor... esa extraña relación de poder.
Y a consecuencia de esto, cuando se nota que casi siempre el "amor" se presenta con una base egoísta, cuando entonces a un pesimista le dicen que la solución está en amar, no se puede mas que reír ante tan ciega idea. Bueno, la culpa no es del amor, sino de la mala concepción que algunos tenemos de él.

Ahora, el segundo aspecto. Si bien creo (no como dogma, ojo pues) en lo anteriormente dicho, a partir de éste momento hablaré de algo que no he experimentado ni observado, así que la concepción se puede estar edificando sobra la nada, pero, gracias a los Querubines, la experiencia será la que dictamine la posible veracidad de mis palabras en mi caso concreto. Si ella, en cambio, determina lo contrario, pues, armaré una nueva pseudo-hipótesis basada en muchas más concepciones ajenas, justo como hice con ésta. Procedo.

No podría definir qué es el amor, no soy tan buena buscando adjetivos, aún cuando creo que puede ser descridible, solo que en mi presente inmediato éste es el límite de mi mundo (Los límites de mi lenguaje son los límites de mi mundo, LW) Más, pensaría que amar es dejar ser, no por indiferencia, sino por la supresión del "yo por encima de todo", así, lo otro o los otros no son moldeables a nuestro capricho, sino que emanan su propia esencia, esencia que colaborará con nuestro crecimiento integral.
Así, amar al ciclismo sería disfrutar pedaleando, sentirse vivo haciéndolo, sentir con intensidad el momento. Por su parte, ese amor falso no sería más que ambición desenfrenada, que te llevaría a consumir sustancias en pro de obtener beneficios inequitativos frente a otros (Cualquier parecido con la realidad no es pura coincidencia)... todo sea por ganar, dejando por debajo el ciclismo. Amar no sería posicionar bajo los propios intereses al objeto de nuestros sentimientos, ni posicionarlo por encima, sino darle el valor del yo. Dejar ser y ser. Ambas ideas tomadas de Edgar.

¿Y cómo se alcanza ésto? ¡Con determinación y constancia! Cada paso que doy para estar más cerca de ésta ilusión me hace sentir que una pequeña llama dentro de mí aumenta su densidad. ¿Y que gano a cambio? ¡Satisfacción! Una enorme satisfacción. Entonces, a amar con honestidad, amar no en forma de objetos, sino de esencias, a eso llamaría yo vivir con intensidad.


Como dijo Battlelore: "You cannot see it, your eyes are close", pero, la respuesta estuvo en el medio todo el tiempo. Hace años un amigo (no recuerdo cuál) me recomendó Dream Theater. Del grupo sólo me gustó una canción.


No hay comentarios:

Publicar un comentario