martes, 8 de mayo de 2012

Campo: Sinónimo de calma y reencuentro

Mientras espero a que cuelguen el teléfono para dejarme terminar mi llamada en paz, aprovecho para comentar lo debido.

Hace unos días leía unas cuantas cartas pertenecientes al libro "Querida Mathilda", de Susanna Tamaro. El libro podría estar catalogado en esos de auto-ayuda, libros que no acostumbro a leer porque no soy de aplicar nada, ni me interesa aprender a quererme con "psicología barata" (Me disculparán si estoy subestimando el género literario) porque yo ya tengo mi propia teoría, que funciona conmigo. En fin, aún cuando me pareció curioso eso, no negaré me parece interesante el libro, y por dos grandes razones.

La primera, el libro está formado por cartas que Susanna escribió a Mathilda, una amiga que vivía en Sudáfrica. Las cartas traen consigo actualizaciones del ambiente, la interpretación de éste y una opinión cual quiera sobre un asunto de interés de Susanna. POR ESTA RAZÓN el libro es jodidamente interesante. Es la actividad que estoy haciendo por éste medio, que no es más que plasmar interpretaciones y opiniones sobre diversas cosas, basadas en un contexto que lo activa. Claro, Susanna es alguien con mucha más experiencia y léxico que yo, por lo que leyendo aprendo bastante.

Al buscar "Calma" en Google imágenes, aún con la cantidad de  paisajes en el mar,
se pueden encontrar imágenes como ésta, que ilustran que de por sí el ambiente es
considerado por muchos como lleno de "calma y sosiego"




La segunda, las experiencias de Susanna me vienen como anillo al dedo con mis "problemas" de la actualidad -en algunos casos, que no me aplican asuntos como el aire o el medio ambiente- o bueno, con aquellos asuntos que ajetrean a mi mente. Principalmente, porque le da fuerza a las teorías que ya tenía (Es hermoso que te den la razón, a que sí?) y sobre eso particularmente hablaré hoy: Un fragmento del libro, en sus primeros capítulos, que habla sobre la relación del contexto y uno mismo. Cito textualmente:

"En la ciudad es posible fácilmente distraerse; en el campo, no. En el campo hay pocas posibilidades de huir de uno mismo. ¿Y qué es la vida, la mayor parte de las veces, sino una constante, afanosa, leve y astuta fugo de uno mismo? Distraerse es fácil y natural, las ocasiones para hacerlo son casi infinitas y no conllevan esfuerzo alguno: es suficiente con apretar el botón de un mando a distancia cualquiera... Pero distraerse demasiado es también muy peligroso: de tanto distraerse, al final puede ocurrir que uno se levante por la mañana, se contemple en el espejo y vea a una persona que no conoce. ¿Quién soy? ¿Adónde voy? ¿Qué es lo que hago? No lo sé. Hago lo mismo que los demás. Voy tirando así y me basta, consigo que me baste. [...] estoy convencida de que un elemento fundamental de esa fuga de sí mismo consiste en la ausencia de espacios y situaciones donde vivir en silencio, en recogimiento. La soledad es el medio más extraordinario para entrar en intimidad con nosotros mismos. Y, paradójicamente, la soledad es también el mejor medio para aprender a comunicarse. Tan sólo conociéndome, es decir, conociendo mi interioridad, puedo hablar a la interioridad del otro" (pag. 22-23)

¡Oh, Susanna, benditas sean tus apreciaciones! Muchos de uds. tal vez llegaron a la misma conclusión, es más, yo, una niña (solo yo puedo llamarme así, eh!) inexperimentada, llegué a la misma conclusión mucho antes. Por eso, tengo la determinación de mudarme, así es, ladys and gentlemen, estoy considerando seriamente la opción de mudarme con mi padre para la próxima semana. Eso sería decirle adiós a mi vida virtual, pero, es un periodo que tengo que pasar para seguir meditando lejos de ésta ruidosa ciudad.

No está en mis planes abandonar el blog, no. Tú, querido recoge memorias mías, no te podría abandonar cuando ya llevamos medio mes juntos.

Lo único que realmente espero es que esto si pase a la dimensión real. Espero que si termine mudándome y re-edificando el edificio teórico que decidí alzar. Conseguirle fuertes cimientos y vigas de envidiable resistencia.

Sobre el tema, dejo una interesante canción de Muse. ¡Buenas noches!


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